
Antes de que se efectuara la misión del Mariner 10, era muy poco lo que se sabía del planeta más próximo al Sol.
El misterio de la rotación de Mercurio, fue resuelto antes de que una sonda espacial llegar hasta él.
En el siglo XIX, los astrónomos habían llegado a la conclusión de que las mareas provocadas por el Sol en Mercurio tenían que haber sincronizado desde larga data la rotación del planeta con su periodo orbital, o sea que el planeta debía de presentar siempre la misma cara al Sol como sucede con muchos satélites naturales. Debido a esto, Mercurio tendría un hemisferio inmerso permanentemente en la luz que recibe del Sol y otro se encontraría en la infinita oscuridad.
Giovanni Schiaparelli con su telescopio de 460 mm confirmó que efectivamente el planeta presentaba siempre la misma cara al Sol, por lo tanto se cumplía una rotación entorno a su propio eje en un periodo orbital de 88 días. Así, durante muchos años los astrónomos aceptaron éstas conclusiones.
Con el avance en el campo de la radioastronomía en la década del 60,
se llegó a medir la velocidad de rotación de
las superficies planetarias. Es así que en 1965 Pettengill
y Dyce utilizaron el gran radiotelescopio de Arecibo para
estudiar a Mercurio, con un potente transmisor enviaron hacia
este planeta una señal de frecuencia conocida y captaron
su eco unos minutos más tarde. Debido al aumento de
frecuencias que captaron pudieron determinar que el periodo
de rotación era de 59 días, luego perfeccionado
el sistema, en 1971 Goldstein obtuvo un valor de 58,65 días.
Luego de esto, se midieron las sombras fotografiadas por el
Mariner 10 durante diferentes pasadas sobrevolando a Mercurio,
así se consiguió obtener un valor más
exacto aún sobre el periodo de rotación: 58,656
días. Este periodo corresponde a 2/3 del orbital, lo
cual indica que después de dos revoluciones alrededor
del Sol, el planeta giró tres veces sobre sí
mismo con respecto a las estrellas. Así el cálculo
nos dice que un día solar, o el tiempo que transcurre
entre un mediodía y el siguiente,dura en Mercurio 2
años o 3 días sidéreos. Esta extraña
relación entre rotación y revolución,
se encuentra en el efecto que producen las mareas solares
sobre un cuerpo no esférico que recorre una órbita
sensiblemente elíptica, de haber sido su órbita
casi circular, la relación entonces sería 1:1
entre periodo de rotación y de revolución.
Las mareas solares son más intensas cuando el planeta
se encuentra en el perihelio y este hecho en combinación
con la forma alargada del cuerpo planetario, genera una torsión
que tiende a acelerar la velocidad de rotación.
su velocidad orbital es la mayor entre todos los astros
de nuestro Sistema Solar.

Imagen superior: Tránsito del planeta Mercurio ante
el disco solar el 8 de Noviembre 2006. Animación del planeta Mercurio ante el disco solar enviadas
por Víctor
Buso Gentileza del Obs. Cristo
Rey y de ASA (Asociación Santafesina
de Astronomía) tomada desde Rosario, Argentina.
En la superficie de Mercurio hay cráteres de aspecto
y distribución similar a los de la Luna, el mayor de
ellos tiene 1.300 kilómetros de diámetro; también
hay llanuras y colinas. Recientemente se ha detectado la presencia
de glaciares de agua en su superficie en lugares donde la
luz solar no penetra jamás; algunos glaciares se encuentran
dentro de los cráteres.
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Mercurio, es el segundo planeta más pequeño después de Plutón (no siendo más Plutón considerado un planeta, Mercurio pasa a ser el más pequeño) y también el menos denso de los cuatro mundos rocosos cercano al Sol. Se agrupa en la clasificación de los planetas llamados terrestres por su composición. Se deduce a través del reconocimiento hecho por la nave Mariner 10 de la NASA, que el interior de Mercurio estuvo fundido por la lava que fluyó hacia la superficie, además, el Mariner halló un débil campo magnético. Según el conocimiento adquirido, se cree que los campos magnéticos permanecen si parte del interior aún está fundido.

La atmósfera de Mercurio está constituida sobre todo por hidrógeno y helio, detectables hasta 600 km de la superficie del planeta. La temperatura de la cara que mira al Sol es de unos 400 grados y luego tiene una violenta bajada hasta 200 grados bajo cero por la noche.
Mercurio, se formó a partir de otros planetesimales que giraban alrededor del Sol cuando este recién nacía. Casi todos los cuerpos de tipo medio caían en los planetas rocosos de mayor tamaño, pero parece ser que Mercurio escapó a las reglas. Se estima que Mercurio fue impactado por otro planetesimal de grandes dimensiones, escapando a la destrucción total de milagro, pero este tremendo impacto, destruyó sus capas externas. Debido a este tremendo impacto debió variar su órbita en forma dramática, tanto así, que se considera la posibilidad que Mercurio haya comenzado su existencia fuera de la órbita de Marte.
La superficie de Mercurio, permanece casi igual a los primeros días de existencia del Sistema Solar, su superficie, tiene gran cantidad de cicatrices producto de los impactos recibidos en los primeros cientos de millones de años de nuestro sistema. No obstante esto, se considera que Mercurio no a alterado su fisonomía en los últimos 3.500 años.
Masa (Tierra=1): 0,056
Radio ecuatorial: 2.439 km
Densidad media (agua=1): 5,44
Gravedad superficial en el ecuador: 0,28
Velocidad de fuga en el ecuador: 4,3 km/s
Inclinación del eje de rotación con respecto a la perpendicular de la órbita: 2º
Distancia del Sol: 57.910.000 km
Duración del día: El día sidéreo de Mercurio es igual a 58,65 días terrestres (un día solar dura en el planeta 176 días equivalente a dos "años mercurianos").
Duración del año: 87,97 días.
Satélites naturales: No tiene satélites naturales.
Composición atmosférica:
Helio: 42%
Sodio: 42%
Oxígeno: 15%
Otros: 1%
Origen del Nombre
Como todos los planetas, su nombre es de origen mitológico, Mercurius, dios romano que a su vez es identificado con el dios griego Hermes. Igual que Hermes, Mercurio es el protector de los comerciantes (en su nombre se encuentra la raíz de la palabra merx, que significa "mercancía").
Luego de su helenización, se lo representa como mensajero de Júpiter. Al igual que Hermes, los atributos de Mercurio son las alas en su sombrero y en sus sandalias, también lleva una bolsa, símbolo de las ganancias que proporciona el comercio.

Imagen superior: Escultura de Mercurio. (Musée du Louvre).
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